“Algunos artículos de legislación, como el trato nuclear con Irán, sencillamente, tienen tantas consecuencias que requieren revisiones de los procedimientos del Senado”, argumenta la carta redactada por el representante republicano de Texas (sur) Lamar Smith.
Algunos artículos de legislación, como el trato nuclear con Irán, sencillamente, tienen tantas consecuencias que requieren revisiones de los procedimientos del Senado, afirman 57 legisladores de la Cámara de Representantes de Estados Unidos.
En la Cámara Alta estadounidense, la minoría —en este caso demócrata, como el presidente, Barack Obama— tiene derecho a una opción conocida como “filibustera”, con la que pueden bloquear una moción a no ser que esta reciba el apoyo de 60 (de 100) senadores, en lugar de la mayoría simple de 51.
Los firmantes, 57 representantes en la Cámara Baja, alegan que “en una democracia, debería decidir la mayoría”, y no la “supermayoría” de 60 votos, que estiman que “no está sirviendo bien a nuestro país”.
La carta, estima la página especializada The Hill, refleja el azoramiento de los republicanos ante su incapacidad para imponer una resolución que desapruebe las conclusiones de casi dos años de diálogos sobre el programa de energía nuclear iraní.
Otros analistas, como la militante pacifista Medea Benjamin, estiman que las maniobras de los republicanos no son serias, ya que se saben derrotados, sino que son meras exhibiciones destinadas al premier israelí, Benyamin Netanyahu, y al principal lobby sionista del país, el Comité Estadounidense para Asuntos Públicos de Israel (AIPAC, en sus siglas inglesas).
Sin embargo, el cambio del Senado a un voto por mayoría (simple), que pudiera aprobar cierta legislación, facilitaría mucho al Congreso impulsar soluciones significativas para los retos a los que se enfrenta nuestro país, añaden los legisladores.
Pese a la oposición al posible acuerdo de algunos demócratas, los republicanos han sido incapaces, en tres ocasiones —la última, ayer jueves—, de reunir la mayoría cualificada requerida para imponer su moción.
McConnell —republicano y opuesto él mismo a un acuerdo con Irán— se ha rehusado con firmeza, hasta ahora, a cambiar las reglas de funcionamiento del Senado.
La carta de los republicanos se ve desacreditada por la viva oposición de los republicanos a los intentos de los senadores demócratas, en 2013, a eliminar la “filibustera”, también conocida como “opción nuclear”.
Además, los firmantes de la carta reconocen “no ser presas del espejismo” de que un cambio de reglas garantizase el éxito de su moción, ya que Obama conservaría su potestad de veto presidencial. Para anularlo, los republicanos volverían a necesitar mayoría cualificada.
“Sin embargo, el cambio del Senado a un voto por mayoría (simple) que pudiera aprobar cierta legislación facilitaría mucho al Congreso impulsar soluciones significativas para los retos a los que se enfrenta nuestro país”, dicen.
Los 60 días que se concedieron a sí mismos los legisladores estadounidenses para revisar las conclusiones fijadas en Viena en julio por Irán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) terminaron ayer jueves.
Ayer mismo, el jefe de la Diplomacia estadounidense, John Kerry, designó al exembajador de EE.UU. en Polonia Stephen Mull para supervisar, por parte de su país, la aplicación del Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, en sus siglas inglesas).
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