Mediante un comunicado emitido este jueves, la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) del Departamento del Tesoro estadounidense ha anunciado sanciones contra la Policía de Irán tras la muerte de Mahsa Amini, la cual está bajo investigación de las autoridades para esclarecer sus causas.
El Tesoro estadounidense ha justificado la medida, reiterando sus acusaciones sin fundamento de “abuso y violencia contra las mujeres iraníes”.
En el marco de tales sanciones, quedan congelados los activos y las propiedades que los designados en la lista de embargos posean en Estados Unidos.
La nota además alerta que las personas que participen en ciertas transacciones con los sancionados pueden estar expuestas a embargos.
Las autoridades iraníes enfatizan que se tiene que esperar hasta que se obtengan resultados de las investigaciones detalladas y especializadas sobre la muerte de Amini.
De hecho, señalan que, dado que no se ha completado el informe forense, no es posible dar una opinión definitiva sobre el caso.
Mientras ciertas voces en el Occidente culpan a la policía del incidente, el Gobierno iraní afirma que Mahsa tenía problemas previos de salud y había sido operada del cerebro a los cinco años.
Irán ha alertado contra el oportunismo y cualquier esfuerzo por instrumentalizar el tema de los derechos humanos, y ha visto la injerencia foránea detrás de los disturbios generados en el país tras la muerte de la joven.
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