• Un grupo de efectivos estadounidenses custodia el aeropuerto de Kabul, la capital afgana, durante el operativo de evacuación de tropas y civiles de Afganistán. (Foto: Reuters)
Publicada: sábado, 4 de septiembre de 2021 9:36

La caótica gestión de la crisis de Afganistán por EE.UU. es el preámbulo del declive del poderío del país norteamericano a nivel mundial, augura un medio galo.

La catastrófica retirada de tropas estadounidenses de Afganistán no solo ha desacreditado a la Administración de Joe Biden, sino que también ha dejado trastocado el pretendido plan de EE.UU. a retomar la cima del orden mundial, así empieza un artículo publicado esta semana en el diario francés Le Fígaro.

Nicolas Bowers, autor del artículo, sostiene que la caída de Kabul, la capital afgana, en manos del grupo armado Talibán es el prefacio de un mundo post imperio estadounidense.

El texto recoge que EE.UU. salió derrotado y humillado de Afganistán, en un proceso que comenzó con las medidas del expresidente estadounidense Donald Trump contra los aliados de Washington en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y que culminó con el debilitamiento de las garantías de seguridad nacional de Estados Unidos a causa de la catastrófica retirada de las tropas que ordenó el Gobierno del mandatario estadounidense, Joe Biden.

Sin embargo, agrega el columnista galo, en contraposición al debilitamiento de EE.UU., la postura de China, Rusia, Irán y Turquía se ha fortalecido en la región de Asia Central.

 

La coyuntura mundial ha cambiado mucho, prosigue el escritor, para luego precisar que EE.UU. tiene la intención “acertada” de hacer de China su prioridad; no obstante, matiza, que el poder estadounidense está perdiendo fuelle y en el propio país norteamericano se vislumbra una división profunda y polarizada tanto entre su población, así como entre su clase política.

Para Bowers, toda la región de Asia se ha convertido en el epicentro de una nueva Guerra Fría, que ya ha dividido al mundo en dos ejes: China, Rusia, Paquistán y los talibanes, por un lado, y Estados Unidos, La India, Japón, Corea del Sur, Vietnam y Taiwán, por el otro.

La sonada derrota de EE.UU. en Afganistán debería poner los asuntos de seguridad interna y externa de Francia en la primera línea de la agenda de la campaña electoral de las próximas elecciones presidenciales en el país europeo, previstas para el mes de abril de 2022.

¿Qué pasó en Kabul?

El 15 de agosto, Talibán tras hacerse con el control de la capital afgana, Kabul, lo que se produjo sin ninguna resistencia por parte de las fuerzas gubernamentales, entrenadas por EE.UU. durante las dos décadas de intervención militar en el territorio afgano, dio un ultimátum de dos semanas a Washington para que sacara a sus tropas de Afganistán.

El aviso del grupo armado originó que se desencadenara una serie de situaciones caóticas, sobre todo, registradas en los alrededores y dentro del aeropuerto internacional Hamid Karzai de Kabul, lugar donde miles de afganos se congregaron con la esperanza de poder subirse a los aviones extranjeros que les evacuaría del país de Asia Central.

 

Entre tanto, varios atentados mortales producidos en las inmediaciones del aeródromo de Kabul, que se cobraron la vida de más de 180 afganos y 13 militares estadounidenses, intensificaron el caos y la incertidumbre, poniendo en entre dicho el papel de las tropas estadounidenses como garantes de la seguridad durante los operativos de evacuación de los civiles.

Con el despegue de un avión C-17 de las Fuerzas Aéreas de EE.UU., en la madrugada del 31 de agosto, Estados Unidos puso fin a su invasión a Afganistán tras 20 años, considerada la guerra más larga del país norteamericano y un capítulo de la historia militar que probablemente será recordado por los colosales fracasos y las promesas incumplidas de Washington.

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