La ciudad de West Palm Beach es tristemente célebre por ser uno de los enclaves del sionismo a través de numerosas organizaciones. No obstante, hoy la historia se escribe con sangre palestina, por las principales arterias de la ciudad y al unísono de un pueblo que no se deja oprimir. Los palestinos recuerdan a sus familias atrapadas por las garras de un régimen genocida.
Los ceses al fuego se convierten en medidas insuficientes e incluso ridículas si se comparan con el efecto nocivo de un régimen de apartheid genocida.
Este mismo fascismo se aplica en distintos lugares del mundo a través de las fuerzas policiales. y a través de bloquear la opinión pública; a través de tratar de silenciar el desacuerdo en contra de las opresiones coloniales como el régimen de Tel Aviv.
En este caso la policía ni siquiera deja pasar a esta manifestación a favor de palestinos a través de una arteria. Se trata de una manifestación pacífica, sin embargo, la fuerzas del orden no tardan en aparecer en este enclave del sionismo en la Florida.
Son policías armados hasta los dientes, pero aquí en realidad no hay más que familias, mujeres con niños tratando de llevar al mundo un mensaje urgente que produzca las acciones necesarias para detener la barbarie contra Palestina.
Marcelo Sánchez, West Palm Beach, Florida.
kmd/hnb