El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, convenció el viernes al primer ministro de Japón, Yoshihide Suga, —el primer líder que visita la Casa Blanca en lo que va de mandato del demócrata— a “trabajar juntos para enfrentar los desafíos en China”.
Biden señaló que “la gran agenda por delante” que ambos países comparten respecto a Pekín, incluyen los retos en zonas como el mar de China Oriental, el mar de China Meridional y Corea del Norte, así como garantizar el futuro de un Indo-Pacífico libre y abierto.
Por su parte, Suga aseguró que ambos países rechazarán cualquier movimiento chino para cambiar el status quo por la fuerza o por intimidación en el mar de China Meridional y del Este.
El premier nipón también reafirmó que la alianza entre Washington y Pekín enmarca la seguridad del archipiélago de Senkaku, un territorio que China reclama bajo el nombre de Diaoyu y donde mantiene una creciente actividad.
Otro tema controvertido era la postura de Japón respecto a Taiwán, dado que las autoridades niponas han evitado aludirlo en medio siglo. Al respecto, Suga solo dijo que coincidía con Biden en la importancia de la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán, tras las recientes incursiones de aviones chinos en la zona.
China —que considera a la isla parte indivisible de su territorio— ha denunciado las provocaciones de Washington y su postura hacia el actual gobierno separatista de Taipéi. Por ello, advierte que está lista para entrar en guerra si tratan de independizar a la isla.
¿Cómo ve China la alianza EEUU-Japón?
En reacción a la cumbre, el editorial del diario estatal chino Global Times, destaca que los lazos entre Estados Unidos y Japón son una especie de relación en la que un país victorioso de la Segunda Guerra Mundial domina a un país derrotado, Japón. “Hay una fuerte característica de amo-sirviente en esta relación en términos de diplomacia”, se lee en la nota.
Además, advierte de que una confrontación abierta con China podría tener consecuencias que Japón “no puede soportar” desde el punto de vista político, militar o económico. De hecho, Pekín es el principal socio económico de Tokio, y el temor a un posible boicot a las empresas niponas con intereses en el gigante asiático ya provocó caídas en su cotización esta misma semana.
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