Salen de sus casas en busca de un dulce sueño americano, pero se enfrentan con una realidad amarga: desesperación, incertidumbre, y una deplorable situación sanitaria y de derechos humanos, tanto en la frontera entre México y Estados Unidos, como en los inadecuados campos de inmigrantes en el país norteamericano.
Tal situación ha levantado la voz de los grupos pro derechos humanos y pro migrantes, quienes instan a la administración Joe Biden a cumplir con sus promesas de campaña y acabar con la crisis migratoria que sigue cobrando vidas humanas.
Las detenciones en la frontera, particularmente de menores no acompañados procedentes de Centroamérica, han alcanzado cifras récord desde que Biden llegó a la Casa Blanca, y muchos atribuyen el fenómeno al cambio de tono del mandatario demócrata respecto a la mano dura de la que hizo gala su predecesor, Donald Trump. No obstante, en la práctica, muchos acusan a Biden de ser más estricto.
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