“Ann Kuster [congresista demócrata] me dijo que ella y algunos otros demócratas de la Cámara de Representantes usaron chalecos protectores (de balas) debajo de sus chaquetas durante la inauguración” de Joe Biden, como el 46º presidente de Estados Unidos, escribió el miércoles Sarah Ferris, periodista del diario estadounidense El Político, en su cuenta de Twitter.
La toma de posesión del mandatario estadounidense, el demócrata Joe Biden, se celebró el miércoles en medio de duras restricciones y medidas de seguridad, implementadas por el Servicio Secreto de Estados Unidos, ante anuncios de posibles disturbios y protestas violentas.
De hecho, las preocupaciones saltaron tras el asalto al Capitolio el pasado 6 de enero. El edificio, que alberga el Congreso de EE.UU., fue violentado por partidarios del entonces presidente Donald Trump, ―azuzados por el propio magnate― a fin de detener una sesión legislativa conjunta para certificar la victoria de Biden en las elecciones del pasado 3 de noviembre.
La cadena estadounidense ABC News, a su vez, ha informado este jueves que, a pesar del despliegue de más de 25 000 efectivos de la Guardia Nacional para garantizar la seguridad durante la investidura, varios demócratas estaban llevando chalecos antibalas durante la ceremonia por temor a un posible ataque extremista.
El martes, el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) entregó a las fuerzas del orden un informe en el cual alertaba de que los partidarios de la infundada teoría de la conspiración del grupúsculo QAnon, que respalda Trump, pudiesen interrumpir la ceremonia de la asunción de Biden.
No obstante, debido a las “importantes amenazas a la seguridad”, días antes de dicha ceremonia, el Servicio Secreto y la Policía de Estados Unidos impusieron duras restricciones de acceso a Washington D.C. (capital estadounidense), de modo que la ciudad capitalina quedó circunscrita bajo un perímetro como el de la ‘Zona Verde’ de Bagdad (capital de Irak).
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