En la ciudad de Los Ángeles se declaró el miércoles una emergencia sanitaria tras confirmarse el primer fallecido por el nuevo coronavirus, conocido como COVID-19, en California y seis nuevos casos, lo que eleva el número de los afectados a 53; esto mientras que el Congreso de EE.UU. aún no aprueba los fondos necesarios para hacer frente a la epidemia.
De acuerdo con varios funcionarios, todos los enfermos están vinculados a viajes a lugares donde se han registrado brotes del virus o al contacto cercano con un paciente confirmado de la enfermedad. La emergencia anunciada llega después de que el estado de Washington y la ciudad de Seattle hayan declarado el estado de emergencia. Además, según informa el diario estadounidense Los Angeles Times, las ciudades de Pasadena y Long Beach también se alistan para declarar el estado de emergencia.
Por otra parte, el número de muertes por el nuevo coronavirus aparecido en China subió el mismo miércoles a 11 en EE.UU., 10 de ellos en el estado de Washington y uno en el condado de Placer (al norte de California), por lo que las autoridades se vieron presionadas para que tomaran medidas proactivas como el cierre de escuelas y la cancelación de grandes eventos.
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