La insistencia de este grupo bipartidista para poder controlar cualquier cooperación nuclear de EE.UU. con Arabia Saudí se debe a la reciente confirmación de unos legisladores que acusan a figuras cercanas al presidente, Donald Trump, de violar la ley en un contrato valorado en miles de millones de dólares para la construcción de reactores nucleares en Arabia Saudí.
No obstante, los congresistas denuncian que un gobierno al que no le podemos suministrar ni una sierra para huesos, no es de fiar para proporcionarle armas nucleares, según dijo el legislador demócrata Brad Sherman en referencia al brutal asesinato del pasado octubre del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul (Turquía).
De ser confirmado, Trump equiparía así a Riad con la tecnología necesaria para fabricar armas nucleares mientras todo el mundo le urge a detener la venta de cualquier armamento a la monarquía árabe.
De una manera contradictoria, el mismo Trump pidió en Vietnam al líder norcoreano, Kim Jong-un, a desnuclearizar por completo su país y se opone también al desarrollo de la tecnología nuclear con fines pacíficos en Irán.
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