Los dos líderes viajaron a Hanói, la capital de Vietnam, para una segunda cumbre sobre el desmantelamiento del programa nuclear de Pyongyang, pero la reunión de dos días acabó ayer jueves abruptamente y sin la declaración conjunta programada por la intransigencia de la parte estadounidense de no aliviar sustancialmente la carga punitiva impuesta a Corea del Norte por su ya mencionado programa nuclear.
Un funcionario del Departamento de Estado estadounidense, que habló bajo la condición de anonimato según informa este viernes la agencia francesa de noticias AFP, dijo que los norcoreanos querían “muchos, muchos miles de millones de dólares en alivio de sanciones”, pero “no estaban dispuestos a imponer un congelamiento total de sus programas de armas de destrucción masiva”.
La exigencia norcoreana, agrega este empleado, habría puesto a los estadounidenses en una posición de subvencionar el desarrollo en curso de las armas de destrucción masiva de Corea del Norte.
“En sus conversaciones, el presidente desafió a los norcoreanos a que fueran a por más. El presidente alentó al presidente Kim a apostar todo. Y nosotros íbamos también (...) estábamos preparados para hacerlo también”, señaló el alto funcionario de la Administración estadounidense.
En contraposición a estas declaraciones norteamericanas, el canciller norcoreano, Ri Yong-ho, en una sorpresiva conferencia de prensa que se convocó a medianoche en Hanói, explicó que Pyongyang solo había solicitado un alivio parcial de las sanciones.
En sus conversaciones, el presidente (estadounidense, Donald Trump) desafió a los norcoreanos a que fueran a por más. El presidente alentó al presidente (norcoreano) Kim (Jung-un) a apostar todo. Y nosotros íbamos también (...) estábamos preparados para hacerlo también”, señaló un alto funcionario de la Administración norteamericana en alusión a la marcha de las negociaciones de desarme nuclear de Corea del Norte en Hanói, capital vietnamita.
El ministro aseguró que Corea del Norte tan solo pedía la suspensión parcial de las restricciones y no su total levantamiento, rechazando así las declaraciones de Trump, quien dijo el miércoles en una rueda de prensa que los norcoreanos querían que se levantaran “totalmente” las sanciones, lo cual fue rechazado por él.
En cambio, y en lo que el canciller llamó una “propuesta realista”, Corea del Norte se ofreció a “desmantelar total y permanentemente todas las instalaciones de producción nuclear del área de Yongbyon (noroeste), en presencia de expertos estadounidenses”.
Pero la parte estadounidense consideró que esta oferta norcoreana no era muy precisa, pues, conforme indicó el funcionario, Pyongyang solo estaba proponiendo cerrar una parte del complejo de Yongbyon, siendo este un enorme complejo que contiene más de 300 instalaciones diferentes.
Entre tanto, mientras Washington busca cerrar un trato de desnuclearización con Pyongyang, hay quienes señalan que Estados Unidos y concretamente, la actual Administración estadounidense no es de fiar ya que con la llegada del magnate neoyorquino a la Casa Blanca, EE.UU. salió y abandonó varios pactos firmados por la anterior Administración de Barack Obama.
Como ejemplo se puede citar el retiro de EE.UU. del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), del Acuerdo de París sobre el calentamiento global, del Pacto Mundial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) sobre Migración y Refugiados, así como de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Además, en mayo de 2018, el presidente Trump, retiró de manera unilateral a su país del acuerdo nuclear alcanzado en 2015 entre Irán y el Grupo 5+1, integrado en ese entonces por EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania.
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