En un artículo para el diario estadounidense The Wall Street Journal (WSJ) y publicado el lunes, Graham criticó las políticas del gobernador de facto de Arabia Saudí en Oriente Medio, y denunció que las medidas de Bin Salman son la principal fuente de caos en el Oriente Medio.
“El asesinato de (Jamal) Khashoggi por parte del régimen saudí, la operación militar irresponsable en Yemen, el embargo contra Catar e intentos por destituir al primer ministro libanés (Saad Hariri), demuestran la indiferencia de (Bin Salman) a los derechos internacionales”, ha lamentado Graham.
El senador republicano recordó, asimismo, que las investigaciones de las agencias de Inteligencia de EE.UU. han concluido que Bin Salman ordenó el brutal asesinato de Khashoggi en el consulado saudí en la ciudad de Estambul (Turquía).
“Negar la implicación del príncipe saudí en este asesinato es como una ceguera deliberada”, insistió, antes de advertir de que esto también supone dar la luz verde a los regímenes autoritarios para matar a sus opositores.
El asesinato de (Jamal) Khashgogi por parte del régimen saudí, la operación militar irresponsable en Yemen, el embargo contra Qatar e intentos por derrocar al primer ministro libanés (Saad Hariri), demuestran la indiferencia de (el príncipe heredero saudí, Muhamad Bin Salman) a los derechos internacionales”, critica el senador estadounidense Lindsey Graham.
Por otro lado, el senador por el estado de Carolina del Sur se refirió a la votación el miércoles en el Senado de EE.UU. a favor de impulsar una ley para poner fin al apoyo de Washington a Riad y sus aliados en la guerra que estos lanzaron en 2015 contra Yemen.
El reciente comportamiento de Arabia Saudí es “inaceptable” para el Congreso de EE.UU., agregó Graham, y denunció las amenazas del Gobierno estadounidense, presidido por Donald Trump, de vetar la referida resolución del Senado, que intenta detener la participación del país norteamericano en la guerra en Yemen.
Pese a que la muerte del columnista opositor no es la peor obra protagonizada por el príncipe heredero saudí, ha sido el primer caso que ha tenido eco internacional. Bin Salman también es responsable de la agresión saudí a Yemen y del secuestro en 2017 de Saad Hariri, de los cuales nunca se le ha exigido que rinda cuentas.
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