En lo que supone un nuevo revés para Trump y la industria petrolera estadounidense, el juez federal de Montana Brian Morris consideró el jueves insuficiente la justificación presentada por la Administración del mandatario norteamericano para levantar la prohibición impuesta por el expresidente, Barack Obama, sobre el proyecto.
Trump autorizó el proyecto en enero de 2017, arguyendo que el oleoducto que suponía el transporte de petróleo del estado canadiense de Alberta a la costa estadounidense del Golfo de México, crearía puestos de trabajo y fomentaría la industria local.
No obstante el proyecto ha recibido duras críticas de grupos medioambientalistas y comunidades indígenas locales que apuntan a la destrucción de espacios indígenas sagrados, la contaminación del medio ambiente por el incremento de la explotación de las arenas bituminosas y el permanente riesgo de derrames de crudo en su más de 3000 kilómetros de recorrido del oleoducto.
Estos grupos han llevado a cabo numerosas protestas a lo largo de EE.UU. contra la construcción del oleoducto.
Por otra parte, países exportadores de petróleo como Venezuela han denunciado el riesgo que supone este proyecto para sus ventas del crudo.
Desde su llegada al poder en 2016, la Administración de Trump ha intentado derogar regulaciones gubernamentales que restringían la producción de combustibles fósiles, so pretexto de lograr la autosuficiencia en el sector de la energía y eliminar la necesidad de EE.UU. del crudo de los principales productores del petróleo.
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