Según ha informado este viernes la agencia británica Reuters, los principales fabricantes de armas estadounidenses están sumamente preocupados de que el caso de la desaparición y posible asesinato del periodista saudí Yamal Jashoggi obstaculice la venta de armas de Estados Unidos a Arabia Saudí.
En concreto, temen que las recientes iniciativas de varios delegados en el Congreso de Estados Unidos terminen dando frutos, y ambas cámaras sancionen la venta de armas a Arabia Saudí por el asesinato de Jashoggi.
Un funcionario estadounidense, citado por Reuters en calidad de anonimato, asegura que una posible suspensión de los contratos militares con Arabia Saudí causaría un grave daño a la industria armamentística estadounidense, ya que, explica, no son pocas las empresas que mantienen negocios con Riad.
Entre las fabricantes de armas que más tratos tienen con Arabia Saudí destacan Lockheed Martin y Raytheon, que venden todo tipo de armamento pesado, vehículos militares y equipos militares a Arabia Saudí.
No obstante, ese temor podría ser en vano, puesto que el Congreso y la Casa Blanca hasta ahora nunca han actuado contra Arabia Saudí. De hecho, el presidente estadounidense, Donald Trump, insistió en mantener los niveles actuales de cooperación militar con Riad para favorecer el mercado laboral del país norteamericano.
Jashoggi, columnista del diario estadounidense The Washington Post, acudió el pasado 2 de octubre a la sede consular en Estambul, Turquía, y desde entonces no se sabe nada de él. Aunque el régimen saudí dice que abandonó sus instalaciones ese mismo día, las autoridades turcas insisten en que no hay pruebas de que el periodista saliera de la misión diplomática. Desde Turquía aseguran que Jashoggi fue asesinado, desmembrado y llevado a Arabia Saudí.
El periodista es un exasesor del Gobierno saudí que se autoexilió en Estados Unidos el año pasado para evitar su posible detención, dadas sus críticas a la política adoptada por los Al Saud, en particular a la agresión militar saudí a Yemen.
hgn/ncl/mjs