El Senado de EE.UU. se ha visto invadido por niños cubiertos con láminas de aluminio que representan a los menores separados de sus padres y enjaulados en centros de detención. Es una forma de protestar de líderes religiosos que reclaman la liberación de los niños y sus padres.
Un número incalculable de activistas rechaza el decreto del presidente de EE.UU., que no cumpliría el propósito de no separar a los niños de sus padres, sino que da carta blanca para una detención indefinida.
También ha habido una manifestación de condena de la orden ejecutiva frente a la Casa Blanca, donde los activistas dijeron que lo único que se va a hacer es cambiar a los niños de jaula.
El decreto de Trump no contempla un plan de reunificación de los cerca de 2300 niños que han sido separados de sus padres; cientos de ellos ya han sido deportados.
Para el activismo proinmigrante, el lenguaje utilizado en la orden ejecutiva de Trump otorga carta blanca para proceder con detenciones masivas.
Se espera que el decreto sea impugnado en una corte, pues contraviene una orden judicial previa, por la cual los niños no pueden estar detenidos más de veinte días.
Alfredo Miranda, Washington.
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