“La narrativa progresista pro-Israel es igual de atractiva y crucial que la conservadora (…) Hay fuerzas reales intentando sacarlos a ustedes de este salón y de este movimiento, y no podemos dejar que eso ocurra. ¡No dejaremos que ocurra!”, ha dicho este domingo al inaugurar el evento el psiquiatra Morton Fridman, actual presidente del grupo de cabildeo.
Aunque se difunden estadísticas contradictorias, en los últimos años —en particular desde la agresión israelí a Gaza de 2014— se han popularizado en el mundo occidental los movimientos de boicot al régimen de Tel Aviv, especialmente entre los estudiantes y la juventud identificados con la izquierda, y han proliferado críticas a la desmesurada influencia política proisraelí.
De ahí que Fridman alternara en su discurso las expresiones de agradecimiento a Trump por el programado traslado de la embajada estadounidense ante el régimen israelí, de Tel Aviv a Al-Quds (Jerusalén), con las indicaciones de combatir esa tendencia a los cabilderos del Comité Estadounidense de Asuntos Públicos de Israel (AIPAC, por su acrónimo en inglés).
“La gente está enfadada, dolida, frustrada y harta. Hay un impulso de apartarse de la política, arrinconarse en posiciones radicales y satanizar al otro bando. No podemos dejar que esos impulsos triunfen”, ha dicho el presidente del AIPAC, que en sus vídeos de propaganda se jacta de mantener su influencia proisraelí sobre el Congreso de EE.UU., gane quien gane las elecciones.
La narrativa progresista pro-Israel es igual de atractiva y crucial que la conservadora (…) Hay fuerzas reales intentando sacarlos a ustedes de este salón y de este movimiento, y no podemos dejar que eso ocurra. ¡No dejaremos que ocurra!”, ha proclamado el presidente del Comité Estadounidense de Asuntos Públicos de Israel (AIPAC, por su acrónimo en inglés), Morton Fridman.
El comienzo de la conferencia, que seguirá hasta el martes, ha estado marcado como de costumbre por la presencia de cientos de personas que protestaban a las puertas del centro de convenciones y exigían el cierre del grupo de cabildeo, que incumple impunemente desde su creación en 1951 la obligación legal de inscribirse como agente extranjero.
“¡Palestina será libre, desde el río (Jordán) hasta el mar (Mediterráneo)!”, gritaban los militantes reunidos para manifestar su apoyo a la liberación de Palestina, ocupada desde 1948 por el régimen israelí.
Entre los participantes en la protesta, un propalestino desplazado a Washington desde Ohio (noreste), explicaba a la cadena Al Jazeera que era judío y que sus correligionarios “quieren vivir en paz y armonía con sus vecinos palestinos como hicieron durante siglos antes de que el proyecto sionista destruyera Palestina”.
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