Según informó el jueves la agencia británica de noticias Reuters, citando a fuentes de la campaña de Trump, la intercepción de las computadoras de Trump se extendió durante varios meses y podría haberse originado en una cuenta de correo electrónico de los funcionarios de la campaña infectada con sofwares maliciosos.
Las fuentes revelaron también que además de las computadoras de la campaña de Trump, sistemas y cuentas de correos electrónicos del Partido Republicano fueron blanco de ataques cibernéticos e intentos de hackeos.
Tras detectar la filtración, Trump contrató a la firma de seguridad cibernética CrowdStrike, también responsable de asistir al Comité Nacional Democrático (DNC, por sus siglas en inglés) en asuntos de hackeo de sus sistemas y cuentas. Según esta empresa, los ataques contra el DNC y la campaña de Trump fueron ejecutados del mismo modo y por el mismo grupo o grupos.
De este modo, investigadores y autoridades barajan la posibilidad de que grupos rusos, posiblemente relacionados con el Gobierno de Moscú, están detrás de los hackeos por supuestos fines políticos.
Rusia anteriormente ya ha sido acusada por el Partido Demócrata de querer influenciar en la campaña presidencial de EE.UU. Un señalamiento desmentido por Moscú que aseguró no tener nada que ver con esos “cuentos de horror”.
Por su parte dos oficiales de seguridad afirmaron que tanto el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) como el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, por sus siglas en inglés) estaban al tanto de los hackeos antes de que se enteraran los funcionarios de las campañas de Trump y Clinton.
hgn/ncl/nal