Conforme al ministro Mohsen Paknejad, Irán tiene experiencias valiosas en eludir las sanciones, por lo que no le preocupa que el nuevo gobierno estadounidense que liderará a partir de enero el republicano Donald Trump decida imponer más medidas coercitivas a la exportación de petróleo iraní.
“Al contrarrestar las sanciones, no distinguimos entre (el actual presidente estadounidense Joe) Biden y Trump y no tenemos preocupaciones especiales dado que existen algunas soluciones probadas y experiencias valiosas”, dijo Paknejad a los periodistas después de una sesión del Gabinete en Teherán.
Adelantó asimismo que Irán planea mantener la producción y las exportaciones de petróleo y que no hay ninguna preocupación especial al respecto.
El titular de la cartera de Petróleo reiteró que no quería entrar en detalles, pero aseguró que sus colegas de la industria petrolera han previsto las medidas necesarias de acuerdo con las condiciones y restricciones que puedan surgir. “No habrá problema en este campo que preocupe a la gente”, dijo.
La anterior Administración estadounidense, presidida por Trump (2017-2021), mantuvo una campaña de “presión máxima” sobre Irán desde que abandonó, en mayo de 2018, el acuerdo nuclear firmado con Teherán en 2015.
Ahora, los informes sugieren que Trump y su equipo de política exterior podrían adoptar una línea más dura con Irán que la actual administración liderada por Biden.
Esto se produce cuando los datos oficiales muestran que Irán ha aumentado su producción y exportaciones de petróleo en los últimos meses a pesar de un régimen existente de sanciones estadounidenses que impone duras sanciones a los compradores.
Los últimos datos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) muestran que la producción de petróleo de Irán alcanzó los 3,259 millones de barriles por día (bpd) en octubre, ligeramente por debajo de las cifras informadas en septiembre.
Las estimaciones sugieren que las exportaciones de petróleo del país han sido de un promedio de 1,5 millones de bpd este año, frente a los solo 0,3 millones de bpd informados a mediados de 2019, cuando Trump aplicó las sanciones que había impuesto a Irán un año antes y solo dos años después de su mandato anterior como presidente de Estados Unidos.
Los datos de los servicios internacionales de seguimiento de petroleros muestran que la mayor parte de los envíos de petróleo iraní terminan en manos de compradores privados en China.
Los expertos dicen que una posible decisión de Trump de imponer restricciones al suministro de exportaciones de petróleo iraní a China podría conducir a grandes problemas en las relaciones entre Washington y Pekín, y también provocaría que los precios mundiales del petróleo subieran a niveles récord.
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