El representante permanente y embajador de Irán ante la Organización de Naciones Unidas (ONU), Amir Said Iravani, ha tachado este miércoles de “totalmente poco profesional, infundado y desconectado de la realidad” un informe elaborado por el Equipo de Apoyo Analítico y Vigilancia de las Sanciones de la ONU sobre la supuesta presencia de miembros del grupo terrorista Al-Qaeda en Irán y el supuesto apoyo financiero de Teherán al grupo extremista.
“Irán ha estado a la vanguardia de la lucha contra Al-Qaeda y otros grupos terroristas takfiríes en la región”, ha declarado el embajador iraní en una carta dirigida al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), añadiendo que las acusaciones contra Irán se basan simplemente en afirmaciones de ciertos países, lo que contradice la realidad objetiva sobre el terreno.
Iravani ha denunciado que el equipo de monitoreo de la ONU elaboró el informe mediante un enfoque “poco profesional, sesgado y políticamente motivado”, y sin presentar prueba alguna al respecto.
Ha destacado que, a pesar de estar “ubicado en una región asolada por la inestabilidad, la intervención extranjera y el terrorismo con financiación externa, […] Irán es una fuerza líder en la lucha contra el terrorismo”, y “también víctima del terrorismo organizado respaldado por actores extranjeros”.
En la carta, el representante de Irán ante la ONU ha reiterado el firme compromiso del país persa de combatir el terrorismo y los grupos takfiríes, en particular el grupo terrorista Daesh de Jorasán (IS-K) y Al-Qaeda.
Asimismo, agrega la misiva, “a nivel regional, la República Islámica de Irán se compromete a fortalecer la cooperación internacional, en particular a través de la Organización de Cooperación de Shanghái [OCS], para combatir al IS-K y Al-Qaeda.
Ha aprovechado la ocasión para condenar el apoyo de Estados Unidos al resurgimiento de Daesh en Siria, y expresar su preocupación por “el creciente uso del terrorismo como instrumento en las políticas de ciertos Estados de la región, y la infiltración de terroristas en las estructuras políticas tras los recientes acontecimientos en la región”. Iravani ha advertido que dichas “tendencias alarmantes amenazan la seguridad de tres regiones clave: Asia Meridional, Asia Central y Asia Occidental”.
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