“En esta etapa, con la ayuda de Dios, hemos superado las capacidades máximas de las bases hebreas y occidentales utilizando la potencia mínima”, ha subrayado este jueves el comandante de la Fuerza Aeroespacial del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, el general de brigada Amir Ali Hayizade, en alusión al ataque sin precedentes del país, lanzado el pasado fin de semana contra objetivos militares israelíes.
La operación, denominada “Verdadera Promesa”, fue un ataque complejo y combinado con drones y misiles de alta precisión iraníes en respuesta a una embestida mortal israelí al consulado de Irán en Damasco, perpetrada el 1 de abril. El operativo espectacular iraní, que dejó al mundo insomne, infligió daños a al menos dos bases militares israelíes.
El general Hayizade ha matizado que el país persa no utilizó en el ataque los avanzados misiles balísticos Jorramshahr, Seyil, Hach Qasem y Jeybar Shekan 2, ni el misil hipersónico Fattah.
Pese a jactarse de tener un sofisticado sistema de defensa antimisiles multicapas y contar con el apoyo de Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, entre otros, el régimen no logró interceptar todos los misiles y drones iraníes, lo que demostró las vulnerabilidades del régimen.
Las autoridades iraníes han dejado claro que el ataque fue una acción militar deliberadamente “limitada” destinada a castigar a Israel, advirtiendo que cualquier contraataque recibirá una respuesta rápida y más dura.
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