“La República Islámica de Irán (…) ha llegado a un nivel de poder disuasorio que mantiene alejados a los enemigos jurados del país, pese a su belicismo, de emprender cualquier aventura y de poner en práctica sus amenazas de agresión”, reza un comunicado emitido este miércoles por Guardianes de Irán.
La nota, difundida con motivo del Día de la Industria Defensiva, destaca el gran desafío que supone para los enemigos el acceso de las Fuerzas Armadas iraníes a sistemas modernos, de tipo inteligente, en tierra, mar, aire y espacio, y especialmente en el campo de los misiles.
Entre los grandes enemigos de la nación iraní inquietos por las capacidades misilísticas de Irán, señala el texto, se encuentra el “triángulo siniestro” formado por Estados Unidos, Israel y Arabia Saudí.
Tras la victoria de la Revolución Islámica en 1979, el colapso del régimen del shah Mohamad Reza Pahlavi y el fin del dominio de los consejeros militares estadounidenses sobre las Fuerzas Armadas del país, Irán se ha convertido, gracias a la confianza en sí mismos de sus revolucionarios, en el polo de capacidad defensiva y disuasiva del oeste de Asia, sostiene el comunicado.
La República Islámica de Irán (…) ha llegado a un nivel de poder disuasorio que mantiene alejados a los enemigos jurados del país, pese a su belicismo, de emprender cualquier aventura y de poner en práctica sus amenazas de agresión”, reza el comunicado del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán.
Además, el CGRI asegura que, gracias a las directrices del Líder de la Revolución Islámica, el ayatolá Seyed Ali Jamenei, las organizaciones militares y defensivas iraníes convertirán siempre las amenazas y sanciones de los enemigos en oportunidades y darán una “dura y aplastante respuesta” a cualquier agresión al país.
Teherán ha enfatizado en reiteradas ocasiones que Irán está listo para hacer frente a cualquier tipo de complots, aunque los enemigos del país persa, encabezados por EE.UU. y el régimen israelí, aprovechen toda oportunidad que se les presente para agredir a la República Islámica mediante sus secuaces.
Una y otra vez, Teherán ha garantizado además que su capacidad defensiva no constituye amenaza alguna para la región, sino que tiene por única meta preservar la soberanía e integridad territorial de Irán.
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