El general de división Mohamad Husein Baqeri confirmó el martes que después de la victoria del eje de Resistencia en la lucha contra los grupos terroristas takfiríes en la región, los enemigos están en busca de crear otra alianza para frenar la influencia de Irán en el Oriente Medio.
El aumento de la influencia de la República Islámica de Irán en el oeste de Asia ha arriesgado la posición de los enemigos del Islam y la Revolución Islámica, por lo que intentan limitarla tramando enredos en el mundo musulmán, un plan financiado y apoyado por ciertos países de la región.
“No se termina los complots de enemigos contra la República Islámica. Luego de la aniquilación de los grupos takfiríes diseñaron otros complots, entre ellos reconocer la ciudad de Al-Quds (Jerusalén) como la capital del régimen falso de Israel; no obstante, con la ayuda de Dios fracasarán sus intrigas”, declaró en una cumbre de los comandantes del Ejército iraní, celebrada en la ciudad capitalina de Teherán.
No se termina los complots de enemigos contra la República Islámica. Lugo de la aniquilación de los grupos takfiríes diseñaron otros complots, entre ellos reconocer la ciudad noble de Al-Quds (Jerusalén) como la capital del régimen falso de Israel; no obstante, con la ayuda de Dios fracasarán sus intrigas”, indicó el general de división Mohamad Husein Baqeri, jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán.
“El poder disuasivo de las Fuerzas Armadas de Irán es capaz de repeler los planes de los enemigos”, enfatizó señalando que elevar el nivel de esta capacidad es uno de los deberes y las misiones de las Fuerzas Armadas persas.
En otro momento de sus declaraciones aludió a los esfuerzos agrupados para expandir la iranofobia en el mundo con el objeto de vender miles de millones de dólares en armas y municiones a los países del Oriente Medio, una medida que a su criterio causará muchos daños para los enemigos.
La República Islámica de Irán siempre se ha reservado el derecho a aumentar sus capacidades defensivas debido a las “constantes amenazas enemigas” y ha dejado claro que nunca renunciará a tal derecho. Las autoridades iraníes aseguran que su poder militar está basado en una doctrina defensiva y de disuasión.
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