La momia, desenterrada el lunes por un equipo de expertos en un complejo arqueológico en las afueras de la capital de Perú, probablemente de un adolescente, fue extraída de una tumba subterránea en un fardo funerario, junto a cerámicas y soguillas, según dijo la arqueóloga Yomira Huamán, encargada del proyecto de investigación arqueológico de Cajamarquilla de la estatal Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Es “un adolescente en buen estado de conservación, a unos 200 metros donde se encontró la primera momia de Cajamarquilla”, afirmó Huamán, refiriéndose a la momia que se encontró en noviembre en la zona arqueológica.
De acuerdo a imágenes de reporteros de la agencia británica de noticias Reuters que estuvieron en el desentierro de la momia, se pueden apreciar partes de piel impregnadas en la rodilla y cabellos en el cráneo.
“Este cuerpo evidencia un tipo de enterramiento. Si bien el cierto que los demás cuerpos fueron encontrados en cámaras simples, en este se ha encontrado tumbas que inicialmente tenían como función el almacenamiento de objetos”, sostuvo Huamán.
La experta afirmó que, según el tipo de cerámica y objetos hallados en la tumba, la momia tendría unos 1100 o 1200 años de antigüedad y habría pertenecido a la Cultura Lima o Ichma. Asegura, además, que en el complejo Cajamarquilla, ubicado en una zona polvorienta a unos 20 kilómetros de la ciudad de Lima, vivieron personas de la costa y la sierra andina y se cree que era un centro de comercio entre ambas regiones del país.
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