“La situación en Perú es resultado de un proceso dirigido por las oligarquías dominantes para subvertir la voluntad popular que había elegido a su gobierno [de Castillo] de acuerdo con el ordenamiento legal peruano”, ha escrito este viernes Díaz-Canel en su cuenta de Twitter.
El mandatario cubano ha defendido el principio de no injerencia en los asuntos internos de los Estados, para luego insistir en que corresponde al pueblo peruano hallar por sí mismo soluciones a sus desafíos, “en virtud de sus legítimos intereses”. “[Estas] decisiones deben ser respetadas”, ha resaltado.
Castillo fue destituido de la presidencia de Perú por el Congreso de la República el miércoles y llegó a ser detenido por la Policía, luego de su decisión de disolver el Parlamento. Poco después, su exvicepresidenta, Dina Boluarte, fue la encargada de asumir el cargo más alto del Ejecutivo y se convirtió en la primera mujer en la historia del Perú en ser presidenta.
La destitución de Castillo y la asunción del poder por su sucesora ha profundizado la crisis política en Perú, país que ha tenido seis presidentes en siete años.
Castillo, un maestro rural de la región norteña de Cajamarca, llegó a la Presidencia, gracias al clamor popular, por lo que aún queda en incertidumbre cómo la población peruana tomará el mandato de Dina Boluarte en los próximos meses.
El destituido presidente peruano seguirá detenido hasta el 13 de diciembre de manera preliminar para impedir su “posible fuga” del país, mientras se le acusan de un presunto delito de rebelión y conspiración por tratar de cerrar el Congreso. El que fuera, hasta el miércoles, el presidente de Perú, ahora enfrenta cargos que le podrían enviar tras las rejas, al menos, por 20 años.
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