“Vamos a seguir combatiendo el terrorismo con la Constitución en una mano y la ofensiva militar en la otra, como lo hemos venido haciendo, con resultados importantes”, declaró el jueves el mandatario colombiano, Juan Manuel Santos, además de aseverar que esos ataques revelan “debilidad” y “cobardía” de la guerrilla, sin especificar a qué grupo se refería.
Vamos a seguir combatiendo el terrorismo con la Constitución en una mano y la ofensiva militar en la otra, como lo hemos venido haciendo, con resultados importantes, declaró Juan Manuel Santos.
Al menos ocho personas resultaron heridas por dos explosiones de origen desconocido que tuvieron lugar la tarde del jueves en la capital de Colombia, Bogotá. Tras las detonaciones, el país latinoamericano se puso en alerta.
El mandatario colombiano aseguró que va a perseverar “en acabar con este terrorismo, con esta lucha armada, con este conflicto armado, a través de un diálogo político”.
“El terrorismo no va a doblegar al pueblo colombiano, sino que les llena de valor y les endurece”, afirmó el jefe de Estado de Colombia.
Santos pronunció estas declaraciones después de haber participado en Perú en la X Cumbre de la Alianza del Pacífico (programada para el viernes), acto que fue adelantado después de que se conociera que Santos volvería a Colombia para hacer frente a la situación tras las explosiones ocurridas en Bogotá.
Los presidentes de Chile, Perú y México, Michelle Bachelet, Ollanta Humala y Enrique Peña Nieto, respectivamente, miembros del bloque, se solidarizaron con Santos y condenaron los hechos.
Por otra parte, el ministro colombiano de Defensa, Luis Carlos Villegas, calificó las detonaciones de actos terroristas y aseguró que se investiga para determinar los responsables de los sucesos.
Villegas ofreció una recompensa de 100 millones de pesos por información sobre los responsables de las explosiones.
Esto se produce mientras que el pasado 21 de junio, el Gobierno colombiano revelara que el máximo jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Timoleón Jiménez, conocido como Timochenko, fue quien ordenó la intensificación de los ataques terroristas en el país.
Según las cifras oficiales, el conflicto armado en Colombia ha dejado un saldo de 220.000 muertos y seis millones de desplazados.
El Gobierno y las FARC, la mayor guerrilla de ese país, desde noviembre de 2012, dieron inicio a diálogos bilaterales, y hasta el momento han consensuado tres de los seis puntos de la agenda, además de un plan de desminado y la creación de una Comisión de la Verdad.
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