Las Fuerzas Aérea, Naval y Terrestre de Taiwán han dado comienzo este lunes a una semana de ejercicios militares, incluidos algunos que simulan una invasión china a Taipéi (capital taiwanesa), desplegando trincheras y misiles Stinger, en un momento de alta tensión entre la isla y la China continental.
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El Ministerio de Defensa de Taiwán ha afirmado que las maniobras “Han Kuang” (Gloria de Han), el simulacro a mayor escala de la isla, incorporarán este año “todas las acciones posibles” que China podría tomar para atacar la isla.
A su vez, un experto militar del Instituto de Investigación de Seguridad y Defensa Nacional de Taiwán, Su Tzu-yun, ha afirmado que los misiles Stinger, helicópteros y aviones que vuelan a baja altura, también se desplegaron en algunos edificios de gran altura en el área de las maniobras.
En el marco de la simulación de un ataque aéreo, las calles de varias ciudades del norte de la isla se despejaron durante media hora y las autoridades prohibieron a los peatones y automóviles que se desplazaran después de que las sirenas y las alertas de mensajes de texto señalaran ataques con misiles fingidos.
China ve a Taiwán como una extensión de su territorio nacional, mientras que la isla se ve como una nación independiente, de hecho, esta divergencia ha sido un foco de tensiones.
Haciendo un paralelismo con la operación rusa en Ucrania, China no tiene un único plan político o militar hacia Taiwán, sino un conjunto de opciones para hacer frente a una serie de contingencias, según ha revelado un informe de la revista estadounidense Foreign Policy.
“Taiwán no es Ucrania, la determinación y la voluntad del pueblo chino de defender la soberanía nacional y la integridad territorial son inquebrantables”, dejó claro en marzo el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Wang Wenbin.
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