Hablando en un foro en Pekín, capital, el canciller chino, Wang Yi, ha aseverado este lunes que las acciones de la anterior Administración norteamericana, presidida por Donald Trump, para reprimir y contener a China infligieron un daño inconmensurable a los lazos entre ambos países, y ha hecho un llamado al Gobierno de Biden a trabajar con Pekín para reabrir diálogos y restaurar la relación bilateral.
En este sentido, Wang ha instado a Washington a respetar los intereses fundamentales de China, dejar de “difamar” al gobernante Partido Comunista, cesar su interferencia en los asuntos internos de Pekín, incluidos su injerencia injustificada en las regiones de Hong Kong, Xinjiang y el Tibet, así como frenar la “confabulación” con las fuerzas separatistas de Taiwán.
El titular chino ha pedido también a EE.UU. que elimine “los aranceles irrazonables” sobre los productos del gigante asiático y abandone una “supresión irracional” del sector tecnológico, pasos que, ha indicado, crearán las “condiciones necesarias” para la cooperación.
“Esperamos que los encargados de formular las políticas estadounidenses se adapten a los tiempos, vean con claridad la tendencia del mundo, abandonen los prejuicios, renuncien a las sospechas injustificadas y actúen para que la política sobre China vuelva a ser razonable a fin de garantizar un desarrollo sano y constante de las relaciones entre China y Estados Unidos”, ha resaltado durante un foro sobre las relaciones entre EU.UU. y China.
Por otra parte, ha expresado la disposición de su país para “tener una comunicación sincera con la parte estadounidense y participar en conversaciones destinadas a resolver problemas”.
La relación bilateral entre EE.UU. y China ha llegado a su nivel más bajo en décadas. Estos dos países mantienen focos de tensión sobre varios temas, como el comercio, la competencia tecnológica, la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, y asuntos relacionados con Taiwán y Hong Kong, los reclamos territoriales de Pekín en el mar de China Meridional, entre otros.
Sin embargo, la Administración de Biden ha expresado su apoyo a la “firme postura” adoptada por su antecesor frente a China y ha considerado necesaria una coalición para encarar al gigante asiático.
Es más, Estados Unidos ha prometido seguir brindando apoyo a Taiwán, isla considerada por China parte inseparable de su territorio. En esta misma línea, ha enviado sus portaviones al mar de la China Meridional.
Ante tal panorama, Pekín ha advertido al nuevo presidente de EE.UU. de no iniciar una “nueva guerra fría”, asegurando que tales políticas llevarán a la confrontación.
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