Pekín contempla gastos militares por valor de 954 mil millones de yuanes (146 mil millones de dólares), según el informe de trabajo gubernamental del primer ministro chino, Li Keqian, presentado la jornada de hoy durante la apertura de la sesión anual de la ANP.
China tiene el segundo mayor presupuesto militar del mundo después de Estados Unidos. El presupuesto militar chino creció un 10,1 % en el 2015 alcanzado un valor de 144,2 mil millones de dólares, no obstante, los legisladores chinos han decidido ralentizarlo en 2016.
Los problemas económicos son la principal razón de esta disminución, pues el Gobierno chino se ha visto obligado a recortar el presupuesto militar por falta de fondos.
La meta, que figura en el texto del premier chino ante la ANP, se establece después de que China no lograra cumplir, el pasado año, su objetivo de crecimiento por una décima (su PIB aumentó un 6,9 %).
El informe también fija, entre otros indicadores, que la inflación se mantenga en torno al 3 %, como en ejercicios anteriores, la creación de 10 millones de puestos de trabajo urbanos (frente a los 13,12 millones generados en 2015) y un aumento del presupuesto de defensa de un 7,6 %, el más bajo de los últimos seis años.
Las perspectivas "tienen en cuenta la necesidad de avanzar en la reforma estructural" y "ayudarán a guiar las expectativas de mercado y mantenerlas estables", señala el informe, en el que también se proyecta un crecimiento medio del Producto Interno Bruto (PIB) del 6,5 % para el lustro 2016-2020, en el que se aplicará el XIII Plan Quinquenal.
Aun con todo, el desarrollo militar seguirá siendo una prioridad para la Administración del presidente chino, Xi Jinping, aunque el mandatario ha acumulado el poder suficiente para controlar el hasta hace poco intocable Ejército.
Xi ha emprendido una profunda reforma de las Fuerzas Armadas cuyo objetivo es mejorar su eficiencia -entre las medidas está el despido de 300.000 de los más de 2,3 millones de efectivos- y su campaña anticorrupción se ha llevado por delante a decenas de altos cargos castrenses.
La reducción del presupuesto de defensa de China se produce en medio de la elevada tensión entre Pekín y Washington sobre el mar de la China Oriental, cuya soberanía es reivindicada por muchos países regionales. Mientras EE.UU. condena la construcción de islas artificiales por parte de China en estas aguas, el país asiático argumenta que lo hace en su propio territorio y acusa a Washington de tratar de dominar este mar y militarizar la zona.
Mientras tanto, el jefe del Comando del Pacífico de EE.UU., el almirante Harry Harris, insistió el pasado jueves que el país norteamericano continuará sus operaciones en el mar en cuestión con el fin de demostrar que el espacio marítimo y aéreo son internacionales, expresando así su preocupación por el despliegue de radares y misiles como parte de los esfuerzos de China por dominar militarmente el este de Asia.
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