Durante el vuelo que lo trasladó a Canadá, el pontífice ha asegurado que va con el “espíritu” de realizar “peregrinaje penitencial”, como un paso importante para abordar el escándalo mundial del abuso sexual a niños por parte de la Iglesia Católica y décadas de encubrimiento.
Francisco ha empezado este domingo su viaje de seis días a Canadá para pedir disculpas personalmente a los pueblos indígenas, tal como lo había prometido en abril, cuando también pidió perdón por los abusos del clero.
El viaje llega un año después de una oleada de descubrimientos de cientos de cadáveres de niños indígenas en orfelinatos gestionados en su mayor parte por la Iglesia católica y la Iglesia Unitaria de Canadá durante más de un siglo y medio, entre 1831 y 1996.
Dear brothers and sisters of #Canada, I come among you to meet the indigenous peoples. I hope, with God's grace, that my penitential pilgrimage might contribute to the journey of reconciliation already undertaken. Please accompany me with #prayer.
— Pope Francis (@Pontifex) July 24, 2022
Alrededor de 150 000 niños indígenas se matricularon durante estas décadas en 139 escuelas residenciales, donde pasaron meses o años aislados de sus familias, tenían prohibidos el uso de sus idiomas maternos y su cultura, y fueron sometidos a todo tipo de abusos tanto física como sexualmente por parte de directores y maestros.
Desde mayo de 2021 se han descubierto más de 1300 tumbas anónimas de estos niños en los sitios de las antiguas escuelas.
En 2015, la Comisión para la Verdad y la Reconciliación de Canadá concluyó que alrededor de 3200 niños murieron en las instituciones educativas, aunque esta cifra es considerada conservadora por dirigentes indígenas, esta entidad la catalogó de genocidio cultural.
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