El caudal de los ríos volvió a subir el domingo, tras nuevas lluvias torrenciales en el sur del país, donde las inundaciones dejan más de 140 muertos y centenares de miles de personas tuvieron que abandonar sus casas, preocupadas por su vida.
La Defensa Civil de Rio Grande do Sul, que está haciendo frente a la peor catástrofe climática de su historia, informa que prácticamente todos los grandes ríos del estado presentan una tendencia al crecimiento de su nivel normal.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula Da Silva, reconociendo las graves dimensiones de lo ocurrido, ratificó la solidaridad, especialmente a las madres víctimas de las lluvias.
“Rio Grande do Sul es víctima de una de las mayores tragedias ambientales de la historia de Brasil, no están solos. Nosotros estamos juntos para recuperar y reconstruir lo que fue destruido”, aseveró el mandatario.
Según el último balance de Defensa Civil, más de 619 mil personas debieron abandonar sus casas debido a la catástrofe, que expertos de la ONU y el gobierno brasileño, vinculan al cambio climático y al fenómeno de El Niño.
drm/tqi