Más de 156 millones de brasileños están convocados a las urnas este domingo para elegir entre dos modelos: el representado por el actual presidente, el ultraderechista Jair Bolsonaro, o uno moldeado desde la izquierda por Luiz Inácio Lula da Silva, que aspira a la tercera presidencia tras gobernar el país dos ocasiones entre 2003 y 2010.
En la primera vuelta, Lula obtuvo el 48,4 % de los sufragios, frente a Bolsonaro que recibió el 43,2 %, según datos del Tribunal Superior Electoral. Debido a que los dos candidatos más votados no han logrado superar el 50 % de los votos, tendrán que medirse en una segunda vuelta.
Brasil está dividido en dos
La polarización vivida durante la campaña electoral es un factor que llama la atención de cara al balotaje en Brasil. De hecho, el país está dividido en dos, pues tiene que elegir entre dos propuestas diametralmente distintas.
Bolsonaro, que su mandato ha sido marcado por unos 688 000 muertos que dejó la pandemia, así como por niveles alarmantes de deforestación amazónica y tensiones institucionales, está utilizando acusaciones de corrupción para sacar ventaja ante su rival.
De hecho, Lula estuvo preso en el marco de la megacausa anticorrupción Lava Jato, pero resucitó políticamente tras la anulación de sus condenas por irregularidades procesales.
En este contexto, Thomas Traumann, quien fue ministro de Comunicaciones durante el Gobierno de la expresidenta Dilma Rousseff, ha alertado que por la elevada polarización en el ámbito electoral, la mitad de los electores podría no considerar legítimo al próximo gobierno.
Incluso, Lula da Silva reconoció en su día que “esta elección significa la lucha entre la democracia y la barbarie. La lucha de la democracia contra el fascismo”.
Podría haber reacción violenta tras conocerse los resultados
En declaraciones hechas a El Tiempo, Eduardo Grin, el investigador de la Fundación Getulio Vargas, ha alertado de una preocupación muy grande por una reacción violenta en las calles, si la victoria de alguno de los candidatos es por una ventaja menor a los 4 millones de votos.
“Es bastante probable que si se da un resultado estrecho puedan ocurrir huelgas de camioneros, manifestaciones en las calles y actos violentos porque estamos en un escenario de muchísima inestabilidad y hay que ver qué pasará con los aparatos de seguridad pública que tienen más simpatía por Bolsonaro”, ha señalado.
¿Qué retos enfrentará quien sea elegido presidente?
El nuevo presidente brasileño, sea Lula o Bolsonaro, enfrentará múltiples retos como el hambre y la pobreza de millones de habitantes, la violencia política y la deforestación de la Amazonía.
Grin ha avisado que Brasil atraviesa una crisis económica muy grande, y alta tasas de inflación y de desempleo. “Brasil ha vuelto a estar en el mapa mundial del hambre”, ha agregado.
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