“Estoy extremadamente tranquilo, con la conciencia de no haber cometido ningún crimen”, ha indicado este miércoles Lula en uno de varios tuits que ha emitido mientras sigue su curso su juicio por supuesta corrupción, que decidirá si el líder del Partido de los Trabajadores (PT) deberá ir a prisión y quedar fuera de la contienda presidencial.
En sus mensajes, Lula denuncia que la “élite brasileña” intenta impedir su acceso a la candidatura a la jefatura del Estado, entre otras razones, porque durante su gestión mantuvo más relaciones con países progresistas como Bolivia, Ecuador y Venezuela, así como con África, que con Estados Unidos.
En otro tuit, el exmandatario da las gracias al pueblo brasileño y a todas las fuerzas políticas que lo respaldan. En el último, advierte de que la clase dirigente se está preparando, “porque la gente va a volver y va a transformar este país”.
El Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF4) de la ciudad de Porto Alegre determinará este miércoles si mantiene o revoca la condena de 9 años y medio de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero impuesta al fundador del PT por una causa relacionada con la trama de corrupción destapada en la estatal Petrobras.
Estoy extremadamente tranquilo, con la conciencia de no haber cometido ningún crimen”, ha indicado el expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.
El juicio, impulsado por el juez Sergio Moro, empezó a primeras horas de la mañana. Ha sido criticado por la falta de argumentos legales antes del proceso, por lo que hasta este miércoles se han mantenido movilizaciones para apoyar a Lula en diferentes estados del país.
La defensa de Lula argumenta que “Moro tiene un proceso judicial nulo, que generó una sentencia nula porque no hay indicios de inmuebles y autos (...) No hay nada que pueda demostrar que el expresidente recibiera tales propiedades”.
Durante el proceso, decenas de manifestantes han salido a las calles de Porto Alegre para respaldar a Lula, mientras en Río de Janeiro se producía una concentración frente a la sede del diario O Globo para denunciar que ese medio se ha prestado para la persecución al expresidente.
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