"La decisión de suspender a Venezuela del Mercosur, anunciada por los gobiernos de Brasil, Argentina y Paraguay, es un acto y precedente peligroso e irresponsable que compromete la coexistencia entre las naciones de América del Sur", ha argumentado este sábado la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
En un mensaje publicado en su página web blog do alvorada, Rousseff ha considerado que el motivo para sacar a Venezuela del Mercado Común del Sur (Mercosur) es insignificante, debido a que de los 41 acuerdos exigidos para la aprobación de Venezuela el propio Brasil no ha confirmado al menos cinco de ellos, señalando que otras naciones miembros tampoco han adoptado algunas de estas reglas.
La decisión de suspender a Venezuela del Mercosur, anunciada por los gobiernos de Brasil, Argentina y Paraguay, es un acto y precedente peligroso e irresponsable que compromete la coexistencia entre las naciones de América del Sur", ha argumentado la expresidenta de Brasil, Dilma Rousseff.
De igual modo, ha tildado de "un recurso extremo e inadecuado" la medida tomada el 2 de diciembre por los cuatro miembros fundadores del Mercosur, Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, de suspender a Venezuela como miembro pleno del ese organismo, acusándola de no cumplir unas obligaciones.
"Sin embargo, no se puede esperar mucho de un Gobierno ilegítimo que ha usurpado mi mandato por medio de un golpe parlamentario disfrazado de impeachment. La medida muestra la pequeñez del Gobierno de Brasil a las demandas de América Latina", ha denunciado la exmandataria brasileña, quien fue sometida a juicio político y retirada del cargo a finales de agosto.
En esta línea, la ministra venezolana de Asuntos Exteriores, Delcy Rodriguez, ha agradecido las muestras de solidaridad de Rousseff ante ese incidente, a lo cual califica como un intento de Golpe de Estado en contra del Gobierno bolivariano.
Las tensiones entre el Ejecutivo de Venezuela y la “triple alianza de torturadores”, como ha denominado el presidente bolivariano, Nicolás Maduro, a Argentina, Brasil y Paraguay, aumentaron tras la llegada al poder en Argentina del Gobierno de Mauricio Macri a finales de 2015, y en Brasil, del de Michel Temer, sucesor de Rousseff.
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