El exmandatario boliviano (2006-2019) ha denunciado la represión en Perú, donde se agudiza una crisis política social desde que el presidente Pedro Castillo fuera destituido y encarcelado el 7 de diciembre. Su vicepresidenta, Dina Boluarte, asumió el cargo y se desató una serie de protestas.
“Mientras grupos oligárquicos de la derecha en Perú tratan de amedrentarnos con mentiras y denuncias insostenibles, continúa la represión brutal contra hermanos indígenas que reclaman justicia, democracia y recuperación de sus recursos naturales. El Perú profundo ha despertado”, ha puesto de relieve el líder indígena boliviano en un mensaje publicado este sábado en su cuenta de Twitter.
Enseguida acusa a los grupos oligárquicos de fomentar el racismo y separatismo en el país. “La derecha no acepta que los indígenas, los vilipendiados por su color de piel, apellido o lugar de origen lleguen al poder”, afirma.
Morales, que desde un principio saludó la elección de Castillo como presidente de Perú, ha sido acusado por el Gobierno de Boluarte de intervenir en los asuntos internos del país, por lo que las autoridades peruanas han dicho que evalúan no permitir la entrada del exmandatario boliviano al territorio peruano.
En reacción, la semana pasada Morales escribió en Twitter: “Damos la otra mejilla ante los ataques políticos de la derecha peruana. Pero por favor, paren las masacres, detenciones ilegales, persecución y terráqueo contra nuestros hermanos indígenas”, remarcó.
En uno de los tuits de este sábado, Morales ha aseverado este que “Runasur [una plataforma regional de sindicatos, movimientos campesinos y organizaciones sociales] es un proyecto de integración para defender la vida y la Madre Tierra, para recuperar la soberanía de los pueblos con dignidad, solidaridad y libertad”. “Eso no es ningún delito. Delito es masacrar al pueblo para continuar con el saqueo de sus recursos naturales”, ha ratificado.
Esto, después de que el 5 de enero, el congresista peruano Jorge Montoya Manrique denunciara a Morales ante la Fiscalía de su país por presuntamente promover la secesión de Perú, a través del fomento del mecanismo Runasur.
En reacción, el partido de Morales, Movimiento al Socialismo (MAS) rechazó viernes las acusaciones y alertó que la “casta política” limeña lanza esos señalamientos en un intento por cambiar el foco de atención y distraer a la opinión pública de Bolivia y Perú para que los crímenes de lesa humanidad contra la población queden en la impunidad.
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