El presidente electo de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, hizo sentir su tristeza en Navidad al saber que muchas familias brasileñas no estarían reunidas para celebrar la festividad porque fueron divididas, dice, por el odio político tras las polarizadas elecciones presidenciales de octubre.
El líder del Partido de los Trabajadores (PT) que el 1 de enero asumirá su mandato como jefe de Estado, aclaró que su mensaje de Navidad es para transmitir esperanza.
Por su parte, la presidenta interina de Perú, Dina Boluarte, con un país sumido en caos y protestas antigubernamentales tras la destitución del expresidente Pedro Castillo, lamentó la violencia registrada en las protestas y llamó al diálogo para solucionar la crisis.
Debido a las represiones contra manifestantes que quieren la renuncia de Boluarte, el cierre del Congreso y elecciones generales, hasta ahora, 30 peruanos han perdido la vida.
Pocas horas antes de celebrar la Nochebuena, el presidente boliviano, Luis Arce, envió el tradicional mensaje de Navidad en el que instó a la población a mantener la unidad, la estabilidad social y económica que pudieron recuperar tras el golpe de Estado contra el expresidente Evo Morales en 2019.
Luis Arce aseguró que en su gestión como presidente se han alcanzado grandes logros pero también momentos de tensión confrontación y desencuentros entre hermanos.
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