La Cancillería del gobierno de facto de Bolivia ha anunciado, a través de un comunicado emitido este viernes, que ha decidido suspender las relaciones diplomáticas con Cuba, luego de que el canciller de ese país, Bruno Rodríguez, llamara a la presidenta Jeanine Áñez “mentirosa”, “golpista” y “autoproclamada” en referencia a sus últimas declaraciones sobre el papel de los médicos cubanos en el país.
“Esta determinación obedece a las recientes e inadmisibles expresiones del Canciller Bruno Rodríguez Parrilla y la permanente hostilidad y constantes agravios de Cuba contra el Gobierno Constitucional boliviano y su proceso democrático”, dice la nota.
En el texto, las autoridades bolivianas señalan que el Gobierno de Cuba ha estado afectando en los últimos meses a la relación bilateral entre ambos países al aducir que La Habana ha estado obviando los principios “del respeto mutuo, de no injerencia en asuntos internos, la autodeterminación de los pueblos y la igualdad soberana de los Estados”.
Pese a que los cubanos hayan actuado supuestamente de esta manera, el documento ha subrayado que las autoridades gubernamentales de Bolivia se muestran en “disposición de sostener cordiales relaciones” con la isla.
La tensión entre ambas naciones se recrudeció en los últimos días después de que la autoproclamada presidenta de Bolivia cuestionara el profesionalismo de los trabajadores de la salud cubanos que estuvieron prestando sus servicios en el país andino.
Áñez afirmó además que, del total de gastos por cada médico, que correspondía a 9000 bolivianos (1300 dólares), “80 % era desviado para financiar al castrocomunismo”. En respuesta a estas declaraciones, Rodríguez calificó de “vulgares mentiras”, señalando que esta era “otra muestra de su servilismo a EE.UU.”.
Desde que se perpetró el golpe de Estado contra el depuesto mandatario, Evo Morales, en noviembre pasado, y Áñez asumiera la Presidencia de Bolivia, hubo hostigamiento contra los trabajadores cubanos en este país suramericano.
El pasado noviembre, La Habana decidió retirar a más de 725 médicos cubanos de Bolivia, especialistas en atención médica y asistencia en educación, ante el maltrato que recibieron del gobierno de facto instalado en Bolivia y la detención arbitraria de cuatro colaboradores de la salud cubanos, acusados de financiar a movimientos de descontento contra la administración de Áñez. El gobierno golpista presentó como prueba de la acusación, los 90 000 bolivianos (unos 13 000 dólares) que llevaban consigo al momento de ser aprehendidos en un operativo.
Morales se vio forzado a renunciar el 10 noviembre a su cargo, para preservar la paz en el país tras un golpe de Estado dirigido por la oposición, que en ningún momento reconoció su reelección en los comicios del 20 de octubre.
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