• Yerko Núñez, ministro de Obras Públicas del gobierno de facto de Bolivia.
Publicada: martes, 24 de diciembre de 2019 9:51
Actualizada: martes, 24 de diciembre de 2019 10:48

El gobierno de facto en Bolivia dice mantener una relación “delicada” con la nueva Administración argentina de Alberto Fernández, quien cobija a Evo Morales.

“Lamentablemente hay una posición muy delicada con el país hermano de Argentina. Será la Cancillería la que tenga que hacer los acercamientos”, declaró Yerko Núñez, quien desempeña el cargo de ministro de Obras Públicas del gobierno de facto, en una entrevista de la que se ha hecho eco el diario boliviano La Razón.

Núñez hizo estas declaraciones después de que el presidente argentino, Alberto Fernández, diera asilo político al presidente depuesto de Bolivia Evo Morales.

Morales había sido reelegido en octubre para un cuarto mandato, pero, debido a una persecución contra sus simpatizantes y la falta de apoyo de la Policía y las Fuerzas Militares, se vio obligado a renunciar y se asiló en México. El gobierno de facto, se autoproclamó inmediatamente, lo que desencadenó protestas y marchas por los seguidores de Morales que exigían el regreso de su líder indígena y la retirada de Jeanine Áñez.

Morales, tras pasar un mes asilado en México llegó a Argentina el pasado 12 de diciembre, apenas dos días después de que Fernández asumiera la Presidencia del país, y solicitó asilo político.

 

Núñez ha mostrado su preocupación ante los posibles mensajes que el presidente depuesto de Bolivia, Evo Morales, puede ir lanzando desde el país austral, “pues está engañando al pueblo boliviano”, ya que, ha dicho, que “hubo un fraude electoral” y eso hizo que la gente saliera “a defender la libertad y la democracia”. 

Asimismo, agregó que el expresidente Morales después de marcharse a México como asilado, “causó sedición y convocó a los movimientos sociales para cercar las ciudades y matar de hambre a los bolivianos”.

El gobierno de facto de Bolivia anunció que preguntará al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) para respaldarse y presentar una queja formal y, en caso de ser necesario, recurrirá a la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol). Morales, por su parte, aseguró que no le asusta la orden de detención emitida en su contra tachándola de “injusta, ilegal e inconstitucional”.

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