“La derecha, diga lo que diga, haga lo que haga, mienta lo que mienta, igual vamos a ganar las elecciones porque nuestro proceso es del pueblo”, afirmó el jefe boliviano de Estado durante la inauguración de un centro de estudios superiores en el municipio de El Puente, departamento de Tarija.
El mandatario latinoamericano consideró que la confrontación electoral se medirá entre dos corrientes: los nacionalizadores y los privatizadores.
“Puede haber algunas diferencias, seguramente no estaremos atendiendo las demandas, pero hay un tema de fondo: los privatizadores versus los nacionalizadores. Después de que nacionalizamos ahora tenemos una economía mejor”, aseguró Morales.
Desde su punto de vista, la unidad de sus seguidores, así como el apoyo y las muestras de cariño en las concentraciones, lo fortalecen para proseguir con su proyecto de gobierno, que el oficialismo ha denominado proceso de cambio.
La derecha, diga lo que diga, haga lo que haga, mienta lo que mienta, igual vamos a ganar las elecciones porque nuestro proceso es del pueblo”, afirmó el presidente de Bolivia, Evo Morales.
Sus detractores demandan que se respeten los resultados del referéndum del 21 de febrero de 2016, en el que se rechazó su repostulación, aunque un año después un fallo constitucional reconoció su derecho a buscar la reelección.
De otro lado, colectivos ciudadanos aseguraron que pese a las críticas de Morales, continuarán con la defensa del 21F bajo la consigna “Bolivia dijo no”, en una antesala de lo que será la disputa electoral con el partido gobernante, el Movimiento al Socialismo (MAS), con miras a las elecciones generales.
El líder socialista afirmó, en días pasados, que defender el 21-F es “defender la mentira y a los vendepatria”, y sostuvo que ese día (21-F) fue un día “nefasto” para la democracia porque se manipuló el referéndum con mentiras para que él quedase fuera de la contienda.
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