Según ha informado este domingo la cadena libanesa Al-Mayadeen, el principal partido opositor bareiní, Al-Wefaq, a través de un comunicado emitido esta misma jornada, ha hecho un llamamiento a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a la comunidad internacional para que alienten al régimen de Baréin a permitir a su pueblo que tenga la última palabra en cuanto a alcanzar un acuerdo de normalización de lazos con el régimen de Israel.
En su nota, el partido opositor denuncia el unilateralismo del Gobierno en la toma de decisiones soberanas al concluir acuerdos y tratos que “contradicen la Constitución, el consenso de Baréin y también los valores nacionales”, enfatizando que el pueblo bareiní necesita y debe expresar su opinión.
“Si los medios de represión se hubieran detenido, el mundo habría visto que el 95 % de los bareiníes expresaría su oposición a este acuerdo de normalización de lazos con los sionistas”, indica el texto.
Estas declaraciones de Al-Wefaq tienen lugar la misma jornada en la que una delegación israelí, acompañada de asesores del presidente de EE.UU., Donald Trump, ha partido rumbo a Manama (capital de Baréin) para formalizar el acuerdo de normalización de relaciones entre el país árabe y el régimen de Tel Aviv.
Los Emiratos Árabes Unidos (EAU) e Israel anunciaron el pasado 13 de agosto que habían convenido normalizar sus relaciones, teniendo como mediadora a la Administración estadounidense. A este paso se sumó Baréin, como informó el pasado 11 de septiembre el magnate neoyorquino, convirtiéndose así en el cuarto país árabe en establecer relaciones diplomáticas plenas con Israel, tras Egipto (1979), Jordania (1994) y los EAU.
La medida proisraelí de Abu Dabi y Manama ha suscitado incluso la ira de los pueblos y organizaciones de los respectivos países árabes, que la consideran una violación a su Carta Magna y una traición al pueblo palestino. Además, advierten, impulsa al régimen de Tel Aviv a seguir sus crímenes contra los palestinos.
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