“Birmania se enfrenta a una crisis seria que podría tener impactos violentos en la seguridad de la región”, ha dicho Al-Husein durante su discurso pronunciado con motivo del 70 aniversario de la Declaración Universal de DDHH en Yakarta (capital de Indonesia).
Tras evocar que las violaciones contra los Derechos Humanos perpetrados hoy darán lugar a grandes combates mañana, ha advertido que el “genocidio y limpieza étnica” contra los rohingyas por parte de Naipyidó aumentarán la violencia contra esta minoría.
En su opinión, la catastrófica situación en la que están viviendo los musulmanes rohingyas en el estado oriental de Rajine —desde donde huyeron a Bangladés— es el resultado desencadenante de la discriminación y la violencia que duran desde hace 50 años.
Birmania se enfrenta a una crisis seria que podría tener impactos violentos en la seguridad de la región”, advierte el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), Zeid Raad al-Husein.
El funcionario de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha subrayado, asimismo, que el éxodo de 700.000 rohingyas a Bangladés fue provocado por “asesinatos brutales, desapariciones forzadas, detenciones arbitrarias, violencia sexual atroz y la destrucción de hogares”.
La diáspora comenzó en agosto de 2017 ante la contundente operación militar del Ejército de Birmania, el cual niega los abusos denunciados por la comunidad internacional y diversos grupos pro Derechos Humanos del mundo, que revelaron imágenes satelitales de más de 350 pueblos incendiados pertenecientes a los musulmanes en la región.
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