El gabinete del régimen sionista, presidido por Benjamín Netanyahu, ha aprobado este viernes la destitución del jefe de la agencia de espionaje interna de Israel (Shin Bet) Ronen Bar; una medida criticada por muchos israelíes.
El jueves fue el segundo día de protestas en las que participan diferentes movimientos israelíes en Al-Quds (Jerusalén) y en Tel Aviv, donde en las últimas horas se produjeron enfrentamientos con la policía, que utilizó cañones de agua contra los manifestantes.
Durante este acto, miles de israelíes protestaron, pese a la lluvia y a las bajas temperaturas, frente a la oficina de Netanyahu, mostrando su rechazo al despido de Bar.
Una enorme manifestación de colonos en la Jerusalén ocupada; En rechazo a la propuesta de Netanyahu de destituir al jefe del Shin Bet y exigir el fin de la guerra y la conclusión de un acuerdo de intercambio integral. pic.twitter.com/lfY4zeg1zX
— aapayés (@aapayes) March 20, 2025
Algunas figuras de oposición israelí, como el líder opositor israelí, Yair Lapid, y el exministro del gabinete de guerra de Israel Benny Gantz afirmaron que la iniciativa de Netanyahu “busca obstaculizar las investigaciones sobre la corrupción de Netanyahu”.
Además, los corresponsales militares calificaron la destitución de Bar como “catastrófica en un momento crítico”.
Netanyahu ha despedido o forzado a salir a una serie de altos funcionarios desde el fracaso sufrido durante la operación Tormenta de Al-Aqsa ejecutada por el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) contra Israel el 7 de octubre de 2023. El jefe de seguridad interna de Israel fue uno de estos objetivos.
El premier israelí afirma que está motivado por una crisis de confianza y la necesidad de deshacerse de funcionarios que no lograron prevenir el desastre del 7 de octubre de 2023.
Sin embargo, muchos críticos de Netanyahu aseguran que lo hace para mejorar su reputación y mantenerse en el poder mientras está en juicio por corrupción y enfrenta presión pública para aceptar su propia responsabilidad por los fracasos de política en el período previo al 7 de octubre.
A estas protestas también se han unido las familias de retenidos israelíes que se encuentran en Gaza que instan a Netanyahu a poner el fin de la guerra en Gaza, donde todavía quedan 59 cautivos.
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