“Israel ha fracasado en tres y medio de los cuatro objetivos de la guerra: no hemos demolido el poder militar de HAMAS; no hemos derrocado el gobierno de HAMAS; no estamos logrando que los residentes regresen sanos y salvos a sus hogares [en los territorios ocupados palestinos], y en cuanto al regreso de los secuestrados, el cuarto objetivo, lo hemos logrado parcialmente”, escribió el general retirado israelí Giora Eiland en un artículo de opinión para Ynet.
Por el contrario, detalló, el movimiento de Resistencia palestino HAMAS había “logrado todos sus objetivos [en la guerra de 15 meses en la Franja], el principal de ellos: continuar con su dominio en Gaza”.
Eiland añadió que parte del problema era que las autoridades israelíes habían tratado a HAMAS como una organización puramente “terrorista” cuando ya había establecido el poder estatal en Gaza.
En septiembre de 2024, Eiland propuso una estrategia de “rendición o inanición” para el ejército israelí, conocida como el “Plan de los Generales”, que exigía declarar el norte de Gaza como “zona militar cerrada”, aislarla de la ayuda humanitaria y exterminar a quienes permanezcan por hambre, sed o la fuerza para luego ocupar y colonizarlo.
Los grupos de derechos humanos advirtieron que el plan formaba parte de un proyecto a largo plazo de “limpieza étnica” que daría lugar al restablecimiento de asentamientos ilegales judíos en la región palestina bloqueada.
A pesar de que el ejército israelí negó haber llevado a cabo el plan, los medios israelíes, entre ellos Haaretz, aseguraron que la estrategia se implementó durante varios meses cuando el régimen impuso un severo bloqueo en algunas partes del norte, entre ellas Yabalia y Beit Lahia, prohibieron la entrada de toda ayuda humanitaria y matando a miles de personas con intensos bombardeos.
A pesar de matar a más de 48 200 palestinos durante 15 meses en el enclave costero palestino, Israel no pudo lograr sus objetivos declarados en la guerra, en concreto eliminar a HAMAS y liberar a los retenidos israelíes en Gaza por la fuerza, por lo que se vio obligado a alcanzar una tregua con el movimiento palestino, la cual entró en vigor el 19 de enero.
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