Esta afirmación alude al fracaso del régimen en alcanzar sus objetivos declarados en la guerra, que dura ya 15 meses en la asediada Franja de Gaza.
Un artículo escrito por el periodista israelí Alon Ben David para el diario Maariv, en hebreo, dijo el viernes que la ocupación “nunca podrá” destruir el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS); ni eliminar a quienes apoyan a este movimiento.
“Cada día que pasamos allí se cobra un litro de sangre, y ahora el ejército israelí se prepara para lanzar otra división, la cuarta en número, a la acción en Gaza. Hay que decirlo una vez más: nunca podremos matar a todos aquellos que se identifican con HAMAS”, afirma el periódico.
El rotativo añade que HAMAS tiene en Gaza una reserva infinita, y que Israel no logrará destruir el último de los cohetes ni el último lanzacohetes RPG.
El periódico subraya que el ejército israelí se ha visto obligado a permanecer durante mucho tiempo en Gaza, Siria y Líbano; y afirma que el ejército de ocupación busca justificaciones para su permanencia y su derramamiento de sangre.
Señala igualmente que la entidad ocupante puede prolongar la guerra de Gaza para siempre, pero el escepticismo resulta perceptible en la voz de los comandantes del ejército israelí, cuando explican la importancia vital de la misión.
El periódico subrayó que las fuerzas de ocupación necesitan “sanarse y recuperarse” y alertó que “nuestra guerra no terminará este año, pero se la puede reducir a las dimensiones necesarias y detener la hemorragia innecesaria. La mayor tarea que tendremos en el nuevo año será arreglar lo que está roto, para que tengamos algo por lo que seguir luchando”.
El mes pasado, Danny Yatom, exdirector de la agencia de espionaje israelí Mossad admitió que la presión del régimen sobre HAMAS no había logrado resultados significativos y que se debería firmar un acuerdo de intercambio de prisioneros lo antes posible.
Hasta la fecha, el sangriento ataque del régimen contra Gaza ha matado al menos a 45 658 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, y ha herido a otros 108 583. Miles de personas más están desaparecidas y se presume que están muertas bajo los escombros.
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