En una carta dirigida al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y al ministro de asuntos militares de Israel, Yoav Gallant,130 soldados del régimen indicaron que “la continuación de la guerra en Gaza no solo retrasa el regreso de los prisioneros, sino que también pone en peligro sus vidas, ya que muchos de ellos murieron por ataques del ejército israelí”.
En este sentido, advirtieron que si el gabinete israelí no cambia de rumbo de inmediato y trabaja para asegurar un acuerdo para devolver a los prisioneros a sus hogares, no podrán continuar su servicio militar.
“Para algunos de nosotros, la línea roja ya se ha cruzado; para otros, el día se acerca rápidamente cuando, desconsolados, dejamos de presentarnos al servicio”, avisaron.
Los firmantes de la carta incluían a reservistas y soldados regulares, algunos de los cuales sirven en Gaza y en la frontera norte desde el inicio de la guerra israelí el 7 de octubre del año pasado.
Durante la operación Tormenta de Al-Aqsa ejecutada contra el régimen israelí el 7 de octubre de 2023, el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) detuvo a 251 personas y las llevó a Gaza donde se cree que permanecen 97 de ellas.
Netanyahu ha enfrentado una presión considerable a nivel interno para liberar a los retenidos y, a nivel internacional, para poner fin a la guerra genocida que lanzó contra la Franja de Gaza con varios objetivos que hasta ahora no ha alcanzado. Los ataques israelíes han matado en un año a 42 010 palestinos.
Desde hace meses, el ejército israelí se enfrenta también a una grave escasez de reclutamiento debido a su agresión contra Gaza, y ante la negativa del sector haredí (judíos ultraortodoxos) para hacer el servicio militar.
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