En el duodécimo sábado consecutivo de manifestaciones, el ministro de asuntos militares del régimen de Tel Aviv, Yoav Gallant, llamó públicamente a frenar la reforma judicial que impulsa el ejecutivo israelí.
Se trata del el primer hombre de peso dentro del gabinete israelí que se expresa abiertamente en contra de la referida reforma.
Por otra parte, otro diputado importante en el Likud, el expresidente del parlamento Yuli Edelstein, indicó que no iba a respaldar la reforma si se vota la próxima semana, lo que reducirá a 62 el número de los votos favorables potenciales, y solo uno más de la mayoría mínima requerida para aprobar la legislación.
La situación podría agravarse aún más para Netanyahu y su gabinete, si se convierten en realidad las especulaciones de la prensa israelí sobre una posible oposición de otros tres miembros del Likud a la reforma, es decir, el ministro de agricultura, Avi Ditcher, y los diputados David Bitan y Eli Dalal.
Durante la jornada del sábado, un récord de 630 000 personas se manifestaron en distintas ciudades de los territorios ocupados por Israel en rechazo al proyecto de ley que busca otorgar más poder al ejecutivo y debilitar al poder judicial. Esto, según los analistas y autoridades, favorecería a Netanyahu en sus juicios por corrupción.
rba