En un intento por evitar la formación de una coalición de oposición que le sacaría del poder, el premier israelí, Benjamín Netanyahu, cuyos 12 años al frente del régimen están llegando a su fin, sugirió al líder del partido de centroderecha Nueva Esperanza, Gideon Saer, formar un gabinete tripartito. Con Saer fungiendo como primer ministro durante 18 meses, seguido del propio Netanyahu durante dos años y finalmente Naftali Bennett, líder del partido Yamina, durante seis meses.
Saer ha rechazado este domingo dicha oferta y ha recalcado que “estábamos y seguimos comprometidos con cambiar el régimen de Netanyahu y vamos a actuar en consecuencia”.
Se prevé que este mismo domingo, Bennett anuncie si se unirá a los opositores de Netanyahu. También, se baraja que el partido Yamina se reúna hoy para revisar la decisión final de Bennett.
En este sentido, Bennett dijo el sábado que, si el partido Likud no lograse nominar una coalición de derecha con el máximo apoyo para esta noche, se uniría a los partidos de oposición de Netanyahu para concretar un gabinete.
El viernes, el canal 12 de la televisión israelí informó de que el líder de Yamina había consensuado formar un gabinete de coalición con el jefe del centrista Yesh Atid, Yair Lapid, lo que podría allanar el camino para la destitución de Netanyahu.
El premier del regimén israelí afronta varios cargos derivados de escándalos como el caso 1000 —que investiga la recepción de regalos de lujo, por valor de 282 000 dólares, a cambio de favores—, así como los casos 2000 y 4000 que analizan posibles pactos o intercambios de favores a cambio de coberturas favorables en importantes grupos de comunicación.
Durante las últimas semanas, los israelíes han realizado multitudinarias manifestaciones en Tel Aviv y otras ciudades en los territorios ocupados en rechazo a la mala gestión del premier de las crisis sanitaria y económica, desatadas por la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
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