HRW y el Centro del Golfo para los Derechos Humanos (GCHR, por sus siglas en inglés) han denunciado en un comunicado emitido este jueves el débil estado de salud de Mansur ante la falta de atención médica básica en una cárcel emiratí, donde está en aislamiento indefinido.
En marzo de 2017, el activista fue arrestado y le negaron el derecho a contactar con un abogado. En mayo de 2018, fue sentenciado a 10 años de prisión y a una multa de más de 272 000 dólares por haber criticado al Gobierno de los Emiratos Árabes Unidos y pedir reformas en el país.
Mansur, que ya está encarcelado por 3 años, vive en condiciones inhumanas, duerme en el suelo, no dispone de ropa adecuada ni agua caliente.
El mencionado defensor de derechos humanos llevó a cabo en 2019 dos huelgas de hambre, exigiendo derechos básicos para los encarcelados y el fin de su aislamiento.
La nota también apostilla que las autoridades emiratíes rechazaron proporcionarle medicamentos para tratar su hipertensión, por lo que corre un “grave riesgo” de sufrir problemas cardíacos.
“Mansur está sufriendo su cuarto invierno en una pequeña y sucia celda de aislamiento porque se atrevió a defender los derechos humanos en un país empeñado en silenciar a cualquiera que no siga la línea oficial”, ha manifestado el subdirector de HRW para Asia Occidental, Adam Coogle.
HRW y GCHR han instado a las autoridades emiratíes a liberar de manera “inmediata e incondicional” al activista o, al menos, a poner fin a su aislamiento y suministrarle los medicamentos necesarios.
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