Por quinta semana consecutiva, miles de israelíes se congregaron frente a la residencia del premier Benjamín Netanyahu para denunciar la corrupción, el desempleo y la muy mala gestión de la crisis sanitaria provocada por la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
Se trató del mayor acto de protesta contra Netanyahu en las últimas semanas, en el que participaron más de 6000 personas, pidiendo la dimisión del primer ministro, según han informado medios locales.
Los manifestantes hacían sonar bocinas, tocaban tambores, cantaban lemas y portaban pancartas con mensajes como “Un millón de desempleados”, “¡Bibi dimite!”, “ministro del crimen” y “Estamos hartos de un gobierno corrupto y abotargado”.
La policía israelí había desplegado vehículos militares y levantado barricadas de cemento en los alrededores de la residencia de Netanyahu, ante las amenazas de los manifestantes de entrar y violentar su residencia, si el premier no renuncia a su cargo.
La policía israelí ha empleado caños de agua para dispersar a los manifestantes.
En los últimos días, los territorios ocupados palestinos han sido escenarios de masivas protestas que exigen la dimisión de Netanyahu, por su implicación en muchos casos de corrupción. Los manifestantes repudian además la muy mala gestión del premier de las graves crisis sanitarias y económicas que azotan al régimen.
La policía israelí ha reprimido duramente estas protestas y atacado a los manifestantes con gases lacrimógenos y cañones de agua. Ha arrestado asimismo a cientos de personas.
Netanyahu es acusado formalmente de una serie de casos de corrupción en los que supuestamente recibió obsequios de amigos multimillonarios e intercambió favores con magnates de los medios de comunicación para una cobertura más favorable de él y su familia.
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