“En calidad de directora general de la Unesco, hoy recibí la notificación oficial de (…) Israel sobre su retirada de la organización con fecha del 31 de diciembre de 2018”, informó la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay, para después “lamentar” tal decisión.
Además de reconocer las tensiones surgidas últimamente entre la Unesco y el régimen de Tel Aviv, la máxima responsable explicó que uno solo puede resolver los problemas y diferencias en el seno de esta organización, y “no fuera de ella”.
Asimismo, hizo hincapié en que los desacuerdos surgidos se traducen en votaciones que son responsabilidad de los miembros de la Unesco, e insistió que permanecer en este ente permitirá continuar dialogando para poder alcanzar consenso.
En calidad de directora general de la Unesco, hoy recibí la notificación oficial de (…) Israel sobre su retirada de la organización con fecha del 31 de diciembre de 2018”, informó la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay.
Audrey Azoulay, que asumió el cargo el pasado 13 de octubre, dejó claro que hará lo posible a reforzar el diálogo, la cooperación y las alianzas con el fin de promover los principios sobre los que fue basado la Unesco.
La Unesco ha votado en varias ocasiones contra Israel por el incumplimiento de sus normas y por medidas hechas por este régimen: esta organización enojó a los israelíes cuando aprobó en octubre de 2016 una resolución antiisraelí que desvinculaba a los judíos de la Explanada de las Mezquitas en Al-Quds (Jerusalén).
Por su parte, el Departamento de Estado de Estados Unidos anunció el pasado mes de octubre que se retirará de la Unesco, pretextando el continuado “sesgo antiisraelí” del organismo internacional. No obstante, tras su retirada, que se hará efectiva a finales de 2018 conforme a los estatutos de la Unesco, Washington desea permanecer en calidad de observador.
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