A primeras horas de este domingo, aviones de combate estadounidenses bombardearon áreas en las provincias de Saná, Saada, Dhamar y Qahza, lo que dejó decenas de muertos y heridos.
En un comunicado, la aludida Cartera yemení ha detallado el número de víctimas: 31 muertos y 101 heridos.
En el texto también ha sentenciado que la Administración de Donald Trump ha cometido “el mayor error estratégico en la historia de Estados Unidos”.
El Ministerio yemení ha dejado claro que los ataques estadounidenses se llevaron a cabo contra zonas residenciales, no contra cuarteles militares o depósitos de armas. Por este motivo, bajo los escombros aún hay un gran número de heridos, mártires y desaparecidos, ha agregado.
“A pesar del continuo asedio de Yemen, estamos trabajando con todas nuestras fuerzas para atender a los heridos en la agresión estadounidense”, según la nota.
En el comunicado se precisa que la agresión contra Yemen durante más de 9 años ha destruido el 45 % de la capacidad médica del país. “Actualmente, nos enfrentamos a una grave escasez de equipos médicos, pero nos mantenemos firmes”, ha denunciado.
Mientras tanto, Yemen ha advertido que el ataque estadounidense no quedará sin respuesta y prometieron intensificar los enfrentamientos.
Los ataques ordenados directamente por Trump se producen en un claro apoyo de Washington al régimen israelí después de que Yemen haya declarado la reanudación a partir del pasado martes de sus ataques con drones y misiles balísticos contra barcos vinculados a Israel hasta que las autoridades israelíes levanten el bloqueo de la ayuda humanitaria a la Franja palestina, anunciado el 2 de marzo.
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