“La coalición agresora solo experimenta la derrota en todos los frentes y en todos los niveles, ha recibido duros golpes en la provincia de Al-Bayda” (suroeste de Yemen), subrayó el jueves el portavoz de Ansarolá, Muhamad Abdel Salam, mediante un mensaje publicado en cuenta de Twitter.
Las derrotas de los agresores en Al-Bayda, prosiguió, lleva al enemigo a enfrentar la realidad de que su fracaso es inevitable por tanto que se esfuerce para prevenirlo.
En esta misma línea, Abdel Salam enfatizó que tras varias derrotas en diferentes provincias en el país árabe, ya es mejor que Riad se arrepienta por completo y deje de perder el tiempo en agredir a la nación yemení. Sin embargo, dejó claro que Arabia Saudí nunca podrá “vencer la voluntad de nuestra nación”.
Tras sufrir sucesivas derrotas en la ciudad de Marib, capital de la provincia homónima, en el centro-oeste de Yemen, la coalición agresora ya ha empezado nuevas operaciones contra las fuerzas yemeníes en sur del país.
Es más, los funcionarios yemeníes alertan que los terroristas de Daesh y Al-Qaeda, bajo el mando directo de Estados Unidos, operan en las ofensivas contra Yemen.
A pesar de la complicidad de la coalición estadounidense-saudí para capturar Al-Bayda, el Ejército y los comités populares yemeníes han logrado abatir más de un centenar de los terroristas takfiríes en la zona y dejan claro que seguirán defendiendo al país hasta la victoria final.
De hecho, estas medidas de los agresores forman parte de una guerra devastadora contra Yemen con el objetivo de restaurar en el poder al expresidente fugitivo yemení Abdu Rabu Mansur Hadi y aplastar a Ansarolá, objetivo que el enemigo no ha podido materializar, pese al apoyo integral que recibe de parte del Occidente.
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